Tensiones, pactos y otras caras: España da el banderazo para una campaña electoral de alto voltaje

España comenzó este 2023 entrando de lleno en una campaña electoral no oficial que ocupará todo este año. El país tiene tres citas importantes con las urnas que impregnarán todo el curso político.

Los dos primeros tendrán lugar el próximo 28 de mayo, cuando los ciudadanos sean llamados a participar en las elecciones autonómicas en 12 Comunidades Autónomas (Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Madrid, Comunidad Valenciana, Extremadura, La Rioja, Murcia y Navarra) y en las ciudades de Ceuta y Melilla, además de elecciones municipales en más que 8.000 municipios del país

La segunda y más importante cita, la elecciones generales en el que se votan los senadores y diputados que, a su vez, elegirán al presidente del Gobierno, aún no hay fecha, pero el 10 de diciembre.

Elecciones autonómicas, el mejor barómetro

Las elecciones que se celebrarán en mayo serán el mejor barómetro de las elecciones generales. Así fue tanto en 2015 como en 2019. En 2015 el Partido Popular se alzó como vencedor de las elecciones autonómicas, algo que repitió tan solo siete meses después, cuando Mariano Rajoy revalidó su cargo en La Moncloa.

Lo mismo, pero con diferente signo, sucedió cuatro años después. A continuación, el Partido Socialista logró la mayor victoria de carácter autonómico y local y, a finales de año, repitió victoria en las elecciones al Congreso y al Senado. Este paralelismo es lo que le da importancia a la cita de mayo y hace que la campaña, aunque sea extraoficialmente, haya arrancado con meses de antelación y cuente con la implicación de perfiles del más alto nivel nacional.

Hasta ahora, la mayoría de las encuestas colocan el Partido Popular a la cabeza a nivel nacional, aunque a poca distancia del Partido Socialista. Sin embargo, el apoyo de Vox, único partido con el que ha estado llegando a acuerdos en los últimos tiempos, no sería suficiente para investir a su candidato a presidente.

Por parte del Partido Socialista, se descarta un adelanto electoral y se espera que se acelere el plazo para la convocatoria de elecciones, con el fin de aprovechar el escaparate que la presidencia de la union europea (UE), que ejercerá en el segundo semestre de este año.

El actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también aprovechará para emprender una reforma de su Ejecutivodebido a que la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, será candidata a la alcaldía de Madrid y la ministra de Sanidad, Carolina Darias, aspirará al Ayuntamiento de Las Palmas.

Está por ver si los cambios se limitarán a estos dos departamentos o si Sánchez protagonizará una gran crisis de Gobierno.

Los candidatos: viejos y nuevos rostros

En las próximas elecciones habrá una mezcla de candidatos repetidores, nuevas propuestas y algunos que todavía están analizando el nuevo campo de juego.

El Partido Socialista cree que es posible reeditar un Gobierno de coalición, como el que ha mantenido en esta legislatura. Los tiempos de las mayorías absolutas, a uno y otro lado del tablero político, están lejanos y ahora se trata de conseguir los apoyos necesarios fuera de la propia formación.

Sánchez saca pecho salidas sociales que dio primero a la crisis del coronavirus y luego, en los últimos meses, a su respuesta al conflicto ucraniano, en contraposición a la políticas de austeridad que rigió la vida española tras la crisis de 2008. Además, quiere hacer valer su buena proyección internacional en los últimos tiempos.

Enfrente, como líder del principal partido de oposición, Alberto Núñez Feijóopresidente del PP, debutará como candidato en las elecciones nacionales, tras haber gobernado durante cuatro legislaturas en la región de Galicia.

El mayor desafío por delante es construir alianzas postelectorales. Con un resultado lejos de la mayoría absoluta, necesitará apoyos y, de momento, solo parece que los encontrará en Vox, ya que los puentes están rotos con formaciones minoritarias regionalistas o nacionalistas.

El partido de extrema derecha Vox luchará por mantenerse como tercera fuerza en el Congreso, aunque algunas encuestas auguran un descenso, como los que ya se han producido en las últimas vueltas electorales, especialmente la que tuvo lugar el año pasado en Andalucía.

Además, el único partido con el que está dispuesto a pactar es el Partido Popular y se sabe que no hay una sintonía especialmente buena entre los dirigentes de ambas formaciones.

En el caso de Unidas Podemos, todavía no está claro cuál será la fórmula con la que se presentará a las elecciones. Su principal activo político es el Vicepresidente Segundo y Ministro de Trabajo yolanda diazque lleva meses construyendo su alternativa Sumar.

La opción que baraja Díaz es formar un paraguas en el que se puedan integrar una mayoría de formaciones con sensibilidad progresista, a la izquierda de los socialistas.

Sin embargo, Podemos se resiste a disolver sus siglas en ese paraguas y parece que se están gestando tensiones. En la formación morada apuestan por irene monteroMinistra de Igualdad, como candidato a la Presidencia, en el caso de que no se llegue a un acuerdo con Díaz.

La fragmentación del panorama político español actual se traduce en un abanico de formaciones que, aunque minoritarias, pueden ser determinantes para que un candidato gane la investidura. A nivel nacional, Ciudadanos luchará por no desaparecermientras que Más País espera lograr resultados similares a los de esta legislatura, en la que cuenta con tres diputados.

En el ámbito nacionalista habrá una pugna entre el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y EH Bildu en el País Vasco, y entre Junts per Catalunya (JuntsxCat) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en Cataluña. Este último buscará volver a convertirse en socio preferente del Gobierno, si Sánchez sigue en La Moncloa.

Más tensión y una campaña hosca

En los últimos meses, el debate político en el país se ha caracterizado por una creciente violencia verbalincluso en el Congreso de los Diputados, donde ya se han visto varios incidentes que han terminado con la expulsión de un diputado, la retirada de palabras del acta de la sesión o la llamada al orden y decoro parlamentario por parte de la Mesa.

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La previsión no es que no se baje el tono, sino todo lo contrario: que el alboroto y la sobreactuación de los mítines electorales acaben calando en el ámbito institucional.

Los partidos de la oposición, por su parte, han abandonado una de sus banderas, la del recorte general de impuestostras la debacle de Liz Truss en Reino Unido, aunque intentan explotar los datos de que la crisis económica ha dejado con un alto inflación y una dificultad para que familias y empresas se financien, debido a las sucesivas el interés sube del Banco Central Europeo.

Por su parte, los partidos que integran el Gobierno intentan revertir ese discurso, esgrimiendo la inflación más baja de la zona euro y el liderazgo en Europa para reducir los precios de la energía, con ‘la excepción ibérica’ como himno.

Otro de los temas que intentará exprimir la oposición será el conflicto territorial, argumentando que Sánchez está vendido a los partidos independentistas catalanes. Es por ello que el presidente español pisó el año pasado el acelerador para llevar a cabo las medidas más impopulares, como la eliminación del delito de sedición, esperando que este asunto pierde fuelle a medida que se acercan los nombramientos electorales.

Siendo así, lo más probable es que la recuperación económica, los requisitos de reserva territorial y una crisis institucional acaparen el debate público en los próximos meses.



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