Se cumplen 60 años del emblemático Mercedes-Benz 230 SL

La “Pagoda”, como se conocía a este modelo, se presentó en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1963. Los detalles del Mercedes-Benz 230 SL que cambió la historia.

Deportivo, cómodo y un hito en el desarrollo de la seguridad de Mercedes-Benz: hace 60 años, la marca presentó el Mercedes-Benz 230 SL (W 113). Las expectativas del público eran altas; el 230 SL reemplazó a dos vehículos al mismo tiempo: el 300 SL Roadster (W 198) y el 190 SL (W 121). El W 113 se fabricó hasta 1971. Los modelos 230 SL, 250 SL y 280 SL son clásicos Mercedes-Benz muy solicitados. Esto se demuestra, entre otras cosas, por los precios de los ejemplares bien conservados de la serie W 113.

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En 1963, el 230 SL impresionó como un vehículo cómodo de alto rendimiento. Su diseño fue creado bajo la dirección de Friedrich Geiger y combinaba líneas limpias con el clásico SL, con una gran estrella central en la parrilla del radiador. El techo rígido opcional evocaba una asociación: su superficie de techo curvada hacia adentro recordaba a los templos asiáticos. Esta característica le dio al auto deportivo el apodo de “Pagoda”.

Cabe señalar que el nivel de seguridad del W 113 lo marcó como pionero entre los autos deportivos de la época. Él era el
primero en tener una cabina estable con zonas deformables delanteras y traseras. A esto se sumaba el alto nivel de seguridad de conducción del chasis, adoptado del sedán. Además, se ofreció como opción por primera vez en un deportivo SL una transmisión automática de cuatro velocidades.

El 230 SL ya disponía de frenos de disco en las ruedas delanteras ya partir del 250 SL, presentado en 1967, los frenos de disco en el eje trasero complementaban el equipamiento.

Mercedes-Benz ofreció este SL sucesivamente con tres motores diferentes durante sus ocho años de producción. Esto lo distinguió de los modelos 300 SL y 190 SL. Los motores de estos dos primeros autos deportivos de la serie SL, presentados en 1954, se mantuvieron prácticamente sin cambios hasta 1963. El motor deportivo de seis cilindros M 127 en el 230 SL se basó en el motor M 180 en el 220 SE. La cilindrada aumentó a 2.306 centímetros cúbicos para el SL. El motor producía 110 kW (150 CV), la velocidad máxima era de 200 km/h y el deportivo aceleraba de 0 a 100 km/h en 11,1 segundos.

El Pagoda también fue utilizado por Mercedes-Benz en el automovilismo con victorias conseguidas, como en el rally maratón Spa-Sofia-Lieja, de más de 5.000 km, que se disputó en 1963. Al año siguiente, la dupla de pilotos logró el tercer puesto en este rally de larga distancia también con la 230 SL.



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