Nicolás Kicker, en el Córdoba Open, luego de superar los tiempos de oscuridad

CÓRDOBA.- Nicolás pateador se equivocó manchando el espíritu del deporte. Lo investigaron. Ella lo admitió. Él chasqueó. Lo sancionaron. Cumplió la condena. Él se puso de pie. Se preparó para volver y lo hizo. En junio de 2018, cuando ocupaba el puesto 100 del mundo, fue sancionado con tres años de suspensión (luego reducida a dos y ocho meses) por ser declarado culpable de amañar un partido (dejarse ganar) en el Challenger de Barranquilla 2015. “Arruiné mi carrera”, confesó.

Vivió momentos de angustia y oscuridad, pero su familia lo apoyó. Nunca dejó de entrenar, ni siquiera durante la pandemia (aprovechaba el Kicker Klub Haus, el club de su padre Ricardo, al lado de su casa, en Merlo). Consciente de haber manchado su nombre, trató de mirar hacia adelante, tachó los días hacia su regreso e incluso corrió una Media Maratón, buscando expulsar los pensamientos negativos y mantenerse íntegro ante su pequeño hijo, Bastián.

En febrero de 2021 llegó el día tan esperado: pudo volver a jugar; estuvo en la preclasificación de la ATP en Buenos Aires. A los pocos días, tras recibir una invitación, disputó un cuadro principal de la ATP, en Córdoba, sin tener ranking. Han pasado dos años desde entonces y volvió al Polo Deportivo Kempes, siendo el 198. Se quedó murmurando de rabia por no haber podido superar la clasificación de individuales y perder en la primera ronda de dobles. Le irrita no lograr los resultados que tenía antes de la suspensión (fue 78° en 2017 y debutó en Copa Davis en 2018), pero cuando se calma, mira hacia atrás y reconoce de qué diablos vino, agradece el forma

El tenista argentino Nicolás Kicker, de 30 años y actual 198, regresó al circuito hace dos temporadas tras una sanción de casi tres años por amaño de partidos
El tenista argentino Nicolás Kicker, de 30 años y actualmente en el puesto 198, regresó al circuito hace dos temporadas tras una sanción de casi tres años por amaño de partidos Córdoba Open/Nico Aguilera

De la camada de 1992 (la misma que Diego Schwartzman y Federico Coria, entre otros), Kicker personificó el lado austero del tenis: fue padre a los 19 años, recorriendo el circuito con pocas raquetas y una pesada máquina de encordar para salvar dinero. en dólares de servicio en los torneos. Hoy, además de estar “liberado”, se alegra de que su hijo pueda verlo competir, como sucedió en este Abierto de Córdoba (Ricardo, su padre, también lo acompañaba). En su momento, el tenista de 30 años reveló que una de las peores consecuencias de la sanción fue cuando su hijo, durante unas vacaciones, le preguntó por qué ya no jugaba al tenis. “Fue difícil decírselo, pero tenía que decirle la verdad. Fue uno de los peores momentos”, dijo Kicker.

Desde que volvió al circuito, en los dos últimos años, ha jugado Futures y Challengers, la segunda y tercera categorías del tenis profesional. También se ha probado a sí mismo en rankings ATP, Masters 1000 y Grand Slams. “Siempre seguí entrenando. Después de la pandemia lo hice con Diego (Schwartzman), con Pella, fui a la casa de Pablo (Cuevas), quien me invitó a hacer una pretemporada. Entrené con casi todos”, destaca Kicker hablando con LA NACIÓN. Sin profundizar más, se hace cargo de haber caído en el amaño de partidos, pero -sin ignorarlo- ahora trata de mirar hacia adelante y recuperar el tiempo perdido.

Nicolás Kicker, en la ATP de Córdoba
Nicolás Kicker, en la ATP de Córdobanico aguilera

-¿Cómo transitaste estos dos años en el aspecto tenístico?

-En tenis, bien. Es decir, al principio el ritmo de competición en los torneos se me hacía duro, también por la exigencia que uno pone, ya que crees que es fácil. Te pasas toda la vida intentando entrar en el top 100 y, ahí fuera, piensas: ‘Me va bien en un Challenger y estoy listo para volver a entrar’. Y en realidad, no lo hace. Esto es día a día, trabajo a trabajo, pruébalo, insiste en los torneos y hay que estar preparado para tener la oportunidad. en eso estoy.

-¿Te gana la ansiedad a veces?

-Sí, obviamente, la ansiedad siempre está ahí. En mi caso es la parte en la que más estoy trabajando ahora, en la parte psicológica, porque me siento muy bien con el tenis. Pero este deporte es muy mental. Estoy trabajando con mi psicóloga (Mariela García), con quien llevo doce años y conoce todo el proceso de mi carrera. También estoy trabajando con Pedro Díaz, que es entrenador deportivo, que trabaja con muchos boxeadores.

-¿Qué te está costando recuperarte?

-La cabeza, la mentalidad. Controlar también…, no son los miedos, sino la cabeza, saber manejar los momentos de presión o estar más tranquilos en los momentos de quiebre, no apurar tanto, estar más serenos y tener buena visión periférica para aprovechar esas situaciones. En los últimos torneos… En la qualy de Australia tuve dos puntos de partido [en la 2ª ronda, ante el checo Dalibor Svrcina], en Concepción tenía preparado a Hugo Dellien, 4-3 y ventaja para mí y saque, pero perdí. Son momentos en los que hay que estar tranquilo y saber qué hacer. Extraño eso.

Kicker debutó en la Copa Davis: contra Chile, en San Juan, en 2018
Kicker debutó en la Copa Davis: contra Chile, en San Juan, en 2018

-¿Cómo te sentiste cuando volviste a los torneos, al vestuario?

-Es encantador. La vida me dio una segunda oportunidad. Estoy disfrutando cada momento. Juego al tenis porque me encanta, porque es lo que más me gusta.

-¿Tenías miedo de que tus compañeros te observaran de reojo?

-No, no, cero. Al contrario, recibí palabras de apoyo y buenas intenciones.

-En abril de 2021 ganaste un M15, en Villa María, y no se transmitió vía streaming como la Federación Internacional lo colocó en una lista de gestión de riesgos. ¿Qué te provocó?

-Me enteré después del partido, no tenía ni idea. Estaba en el campo haciendo lo que me gusta, feliz. Mi viejo estaba en la galería mirándome, emocionado; uno de mis mejores amigos también allí. Tampoco les iba a faltar la oportunidad de verme jugar. Estaba súper feliz. No me afectó.

-¿Hablas con otros jugadores, especialmente los más jóvenes, sobre lo que te pasó, para que estén advertidos?

-Yo no soy ejemplo de nadie. Cuento mi experiencia y luego cada uno tomará sus decisiones. Obviamente, si me preguntan, no tengo nada que esconder y digo: ‘Sí, hice esto, esto y esto’. Luego cada uno verá si lo hace o no. Hoy creo que todo el mundo ya sabe si es bueno o malo.

-En su momento dijiste que una de las peores consecuencias del castigo era tener que decírselo a tu hijo. Hoy volvió a acompañarte a los torneos…

-Esto es un regalo…, es impresionante. Él siempre está aquí apoyándome, gane o pierda, me dice: ‘Papá, bien, bien, estuviste bien’. Es un apoyo incondicional y me ayudó mucho en mi carrera, porque me hizo madurar mucho más rápido, tomarme las cosas más en serio. En ese momento tuve que explicarle por qué no jugaba, se lo expliqué de forma divertida y se lo tomó bien. Él no es malvado.

Kicker, tras conquistar el título en Villa María 2021, conversa con su padre, Ricardo, quien le enseñó a jugar al tenis y fue un apoyo durante el período sancionado
Kicker, tras conquistar el título en Villa María 2021, conversa con su padre, Ricardo, quien le enseñó a jugar al tenis y fue un apoyo durante el período sancionado@legionsudam/@aatenis

¿El sistema de tenis, en el que solo los mejores 150 parecen estar financieramente cómodos, sigue dejando vulnerable al resto de los jugadores?

-Para mí sí, sí. En el Futuro, en los Challengers, aunque aumentaron un poco los premios, pero también aumentaron las entradas, la comida, los entrenadores, todo. La inflación es mundial. Por eso veo que muchos jugadores siguen desprotegidos. ¿Qué solución veo? No sé, ojalá lo hubiera hecho. Es dificil. Esa es una buena pregunta. Además, los patrocinadores en Argentina son muy duros, casi usureros, son contratos duros. El tenis es un deporte muy caro. Contratar un entrenador cuesta mucho dinero y no solo para los argentinos. Si no tienes el apoyo de una federación o un buen patrocinador, es muy difícil.

-¿Con qué frecuencia miras hacia atrás?

-A veces lo hago. Cuesta, cuesta…, porque cuando estás en estos torneos y pierdes, no ves el vaso medio lleno, quieres ganar, pero todo el mundo entrena para hacerlo y hay que centrarse en el día. -trabajo de hoy. Pero, obviamente, miro hacia atrás y valoro todo el camino recorrido después de las situaciones por las que pasé. Me deprimo cuando pierdo, pero estoy contento con esta nueva oportunidad. Lo bueno del tenis es que todas las semanas tienes revancha. Cada vez que pasan los años, aparecen nuevos dolores pequeños; Ahora tengo un problema en el codo, pero físicamente me siento bien. Me gusta competir. Estos torneos son maravillosos, son la élite del tenis y los extrañaba. Salvo Djokovic, que es una máquina, los demás somos todos mortales. Jugar al tenis es hermoso y no quiero volver a perder lo que amo.

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