El número de muertos por el terremoto de magnitud 7,8 del lunes y las réplicas posteriores sigue aumentando, con más de 25.000 muertos en Turquía y la vecina Siria. La ONU espera que esa cifra se duplique. El coordinador de ayuda de emergencia de las Naciones Unidas, Martin Griffiths, dijo desde Adana, Turquía, que esperaba decenas de miles de muertes más.
Equipos de rescate de la ciudad turca de Adiyaman rescataron a una mujer entre los escombros de un edificio derrumbado 128 horas después del desastre que sacudió al país.
Emine Murat fue sacado en camilla mientras otros rescatistas continuaban la búsqueda.
El ejército austriaco ha suspendido las operaciones de rescate en Turquía debido a “una situación de seguridad cada vez más difícil”, dijo su portavoz en un tuit el sábado.
Se han informado enfrentamientos entre grupos no identificados cuando las tropas austriacas se refugiaban en un campamento base con otras organizaciones internacionales y esperaban instrucciones.
Al mismo tiempo, la frontera entre Turquía y Armenia fue reabierta el sábado por primera vez en 35 años para llevar ayuda humanitaria a las personas afectadas por los terremotos.
Cinco camiones con ayuda de Armenia cruzaron la frontera en el cruce fronterizo de Alican en la provincia oriental de Igdir en Turquía.
Director de la OMS visita Siria
El titular de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, llegó este sábado a la ciudad siria de Alepo para recorrer algunos hospitales y albergues junto al Ministro de Salud sirio y el Gobernador de Alepo.
Según Naciones Unidas, la catástrofe puede haber dejado a 5,3 millones de personas sin hogar en Siria, 200.000 de ellas solo en Alepo.
A su llegada, Tedros dijo que acompañaba “suministros médicos de emergencia de alrededor de 37 toneladas métricas”.