Las recomendaciones de los especialistas para llegar sano a los 100 años

Según una estimación de las Naciones Unidas para 2022, Actualmente hay alrededor de 593.000 centenarios -personas mayores de 100 años- en todo el mundo. Profesionales de la ONU indican que este es un grupo de edad en rápido crecimiento del cual se proyecta que habrá 3,7 millones de centenarios vivos para 2050.

Aunque se estima que la cantidad de adultos mayores que lleguen a esta edad aumentará y la longevidad seguirá aumentando, los expertos señalan que tanto la genética como los factores ambientales y el estilo de vida juegan un papel importante en el envejecimiento saludable. Incluso una investigación publicada en la revista Genética Humana ha sugerido que la genética representa cerca del 25% de la longevidad mientras que el 75% restante está relacionado con el entorno de las personas: dónde viven, qué comen, con qué frecuencia hacen ejercicio y el sistema de apoyo que tienen con amigos o familiares.

¿Quién no quiere envejecer sano y poder pasar el mayor tiempo posible con sus seres queridos? Esta es una aspiración que muchos tienen; sin embargo, no es tan fácil de alcanzar. Hay ciertas pautas/pilares fundamentales que los profesionales de la salud recomiendan para que una persona llegue en las mejores condiciones a esa edad.

“Como médico siempre recomiendo en estos casos tener en cuenta lo siguiente: hacer controles cardiovasculares como colesterol, azúcar en sangre, presión arterial y evitar hábitos nocivos como fumar”, dice Julián Bustín (MN 99336), jefe de Gerontopsiquiatría y Clínica de la Memoria de INECO. A su vez, a estos factores, el médico añade como fundamentales la hacer ejercicio físico a diario, tener un buen descanso diario, mantenerse estimulados cognitivamente y sobre todo, mantener relaciones sociales. “Estas recomendaciones no son en vano, existe una gran variedad de estudios que demuestran que son componentes protectores para un envejecimiento activo y saludable”, afirma el Dr. Bustín.

En la misma línea, Cecilia Mirenda (MN 75521), médica clínica y diplomada en FX Mayr Prevent Therapy -medicina integral que se caracteriza por entender el sistema digestivo como un organismo/raíz del ser humano- explica que los pilares para una salud envejecimiento según esta terapia son: el cuidado de la mucosa intestinal, su depuración, tonificación y el ejercicio de un estilo de vida y alimentación saludables. “Decimos que la fuerza del árbol no reside en sus ramas sino en su raíz, esta analogía quiere decir que la fuerza biológica del ser humano no proviene de sus brazos ni de sus piernas sino de sus órganos digestivos que representan la raíz”, aclara la Dra. Mirenda.

Por tanto, si se siguen los principios de la terapia Mayr Prevent, hay que tener en cuenta que, en primer lugar, el momento de la la ingesta debe ser en ambientes tranquilos, preferiblemente durante las horas de luz solar y dando mayor importancia a la masticación ya que es la única acción en la que una persona tritura el alimento, facilitando una correcta digestión y evitando que el organismo trabaje de más.

En segundo lugar, y con respecto al descanso psicofísico, la persona debe huir de las actividades habituales y recuperarse del estrés diario a medida que las células se agotan y requieren regeneración. “Hay que transmitir la importancia del entrenamiento físico, por ejemplo caminar 1 hora diaria y con pasos intensos, se ha comprobado que aumenta la serotonina”, señala Mirenda.

No es solo algo recomendado por profesionales de la salud física y mental. Si no, existe evidencia confiable de su importancia para la subsistencia. Las relaciones cercanas, más que el dinero o el éxito profesional, son las que mantienen felices a las personas a lo largo de su vida., esto reveló el estudio más antiguo de la historia que aún hoy se mantiene en pie. El estudio, conocido como Harvard Grant Study o Estudio de Harvard sobre el desarrollo de adultosllegó a la conclusión de que Los lazos protegen a las personas de los descontentos de la vida, ayudan a retrasar el deterioro mental y físico y son mejores predictores de vidas largas y felices.

Es una pregunta difícil de descubrir, no todos nacen sabiendo cuál es su propósito de vida, pero la mayoría lo descubre en plena experiencia de vida. “Cuando se estudiaron los centenarios, uno de los factores que determinaba que llegaran bien a esa edad era tener una meta en la vida, simplemente tener planes o temas que los motiven”, agrega el Dr. Bustín.

Asimismo, estudios liderados por el Dr. Eric S.Kim de la Universidad de Columbia coinciden en que los adultos con un mayor sentido de propósito en la vida tienen menor riesgo de desarrollar problemas físicos como inestabilidad y lentitud al caminar. También tener una meta que motive se correlaciona con un menor riesgo de discapacidad, accidente cerebrovascular, enfermedad cardíaca, problemas para dormir y otros problemas de salud.

Respecto a lo cognitivo, el Dr. Bustín destaca que se ha comprobado que las personas que llegan a edades como los 90 o 100 años con un cerebro sano se debe en gran parte a la educación. “Quienes tuvieron una educación completa llegan con mejor cerebro a esa edad”, dice. Al mismo tiempo, agrega que otros dos factores que impactan negativamente en la cognición son: casos de hipoacusia que no son tratados adecuadamente con audífonos y estar sometidos a ambientes contaminados.

“Cuanto más estimulamos el cerebro y está siendo desafiado con nuevas actividades como aprender un idioma, hacer crucigramas, tocar un instrumento, hacer matemáticas y similares, mejor será la reserva cognitiva. Por eso, el tiempo pasa y las neuronas no se deterioran”, dice Bustín.

Un caso confirmado de esto es el famoso “estudio de las monjas” del investigador David Snowdon en el que estudiaron el cerebro de un grupo de monjas después de su muerte y descubrieron que una en particular -Bernardette- tenía los niveles más altos de la sustancia tóxica que Tiene Alzheimer, pero cuando revisaron su diario personal notaron que realizaba todas las actividades que la mantenían cognitivamente activa.

De esta forma, concluyeron que dichas sustancias tóxicas No le causaron daños ni síntomas de Alzheimer en el cerebro debido a su buena reserva cognitiva y a mantener su mente activa a lo largo de los años.