Publicado:
28 de enero de 2023 06:53 GMT
Denuncia que su comunicación está restringida, su celda apenas recibe luz y aire fresco y está constantemente vigilada.
El periodista español Pablo González denunció este viernes ante el Defensor del Pueblo de Polonia las condiciones “inhumanas” en el que se encuentra recluido en la prisión de Radom, donde está encarcelado desde el 28 de febrero de 2022 tras ser acusado de espiar para la Inteligencia rusa, informa EFE.
El reportero fue detenido por los Servicios de Seguridad Interna de Polonia mientras cubría la crisis de refugiados en la frontera polaca, tras el inicio del conflicto militar entre Rusia y Ucrania. En su denuncia, a la que ha tenido acceso EFE, anunciaba que tiene estatus de recluso peligrosopor lo que es sometido a procedimientos humillantes.

Asimismo, González escribió que tiene las manos esposadas cada vez que sale de su celda, incluso durante las reuniones con su abogado y durante las llamadas telefónicas. También indicó que su celda, vigilada las 24 horas, los 7 días de la semana, es frecuentada con frecuencia. Sin embargo, según el periodista, este tratamiento no está justificado por ningún hecho.
Además, el español destacó que las condiciones en la propia celda también son malas, ya que las ventanas están cubiertas con papel de aluminio, lo que al mismo tiempo impide la entrada de luz natural y aire fresco, creando un “efecto sauna” en verano. “La imposibilidad de abrir la ventana provoca la acumulación de humedad. y, como consecuencia, se forma moho en las paredes. Estoy encerrado en una celda sin ventilación”, escribió.
Por su condición de recluso peligroso, la comunicación de González es limitada: las autoridades solo permitieron una visita de su esposa y, aparte de eso, el periodista denuncia que solo puede llamar a su abogado y enviar y recibir cartas, las cuales están sujetas a revisión. y tardan en llegar a su destino. Las malas condiciones carcelarias, combinadas con el estrés, la incertidumbre y la nutrición insuficiente, ya le han causado varios problemas de salud.
Algunas organizaciones de derechos humanos ya han hecho declaraciones en apoyo al reportero. Entre ellos, la Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE), que calificó el trato a González como “una forma de torturay pidió al Gobierno de España y a la Unión Europea que defiendan los derechos del periodista.
Previamente, un tribunal polaco rechazó el recurso contra la prórroga de la prisión provisional de González, por lo que deberá permanecer detenido, al menos, hasta el 23 de febrero de 2023.