Cuando viajamos, pasamos nuestro tiempo en otros lugares. Y precisamente el tiempo es una unidad de medida bastante específica a la hora de pensar en un viaje: se venden paquetes de “tres días en Roma”, analizamos cuánto dura un tour que queremos reservar, tenemos en cuenta cuánto se tarda en llegar desde el aeropuerto al hotel en transporte público y cuánto tarda en Uber o Cabify… Tiempo, siempre el tiempo.
Una de las cosas a las que sí o sí debemos dedicar tiempo en nuestros viajes es a alimentación. Estar lejos de nuestra casa, es algo que solemos hacer en establecimientos gastronómicosya sean locales de comida rápida, bares, restaurantes, patios de comidas, etc.
Algunos establecimientos de comida requieren esperar para entrar e incluso hacerlo formando lineas para esto, es decir, requieren consumir nuestro tiempo de viaje para poder entrar a comer.
El otro día, por ejemplo, estábamos paseando por Bariloche y muchos lectores recomendaron un lugar llamado “La Fonda del Tío”, pero la recomendación vino con una advertencia: “prepárense porque hay que hacer cola para entrar”. Fue precisamente esa advertencia la que nos hizo desistir de ir a su encuentro (al menos en este viaje), nos estábamos divirtiendo demasiado en Bariloche como para consumir nuestro valioso tiempo esperando para entrar.
No podemos pasar por alto la famosa frase «El que sabe comer sabe esperar«Pero una cosa es esperar charlando dentro del establecimiento, tomando un aperitivo, que hacer cola fuera, ¿no?
por supuesto el Reservaciones, cuando funcionan bien, vienen a solucionar este problema. Aunque a la hora de viajar, dado que algunos establecimientos no aceptan reservas y queremos disfrutar de la espontaneidad, no siempre es posible.
Y tú,
¿Has hecho fila y esperado lo suficiente en tus viajes para ir a comer a algún lado?
Nota: Esta publicación puede contener enlaces de afiliado por los que recibimos una compensación económica en el caso de que realices una compra o contratación, sin que ello suponga un gasto extra para ti. Más información.
Leer la nota Completa > De viaje: esperar y hacer fila para comer en un restaurante