Las ya algo tensas relaciones entre China y Alemania se han visto socavadas por unas palabras pronunciadas en la televisión estadounidense por la Ministra alemana de Asuntos Exteriores, la Verde Annalena Baerbock. El principal representante diplomático de Berlín calificó al presidente chino, Xi Jinping, de “dictador” en plena entrevista, lo que ha provocado una airada reacción de Pekín. Las declaraciones de Baerbock son “extremadamente absurdas” y representan una “provocación política abierta”, se quejó este lunes el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino.
El ministro alemán es el principal defensor dentro de la coalición gubernamental de socialdemócratas, verdes y liberales de la necesidad de endurecer la actitud alemana hacia su principal socio comercial. Los Verdes lideraron la redacción de la primera estrategia sobre China, que no escatima en quejas sobre las “graves violaciones de los derechos humanos” y describe una potencia asiática “más represiva internamente y más ofensiva en el exterior”.
A diferencia del canciller Olaf Scholz, acusado de contemporizar con China, Baerbock suele ser muy clara en sus declaraciones sobre Pekín y el riesgo que su creciente agresividad supone para la Unión Europea. Pero hasta ahora no había utilizado un término tan cargado como dictador para referirse al presidente. En la estrategia, publicada en julio tras meses de equilibrio entre los partidos del…