La empresa tecnológica Intel vuelve al foco de la Comisión Europea. Este viernes, Bruselas volvió a imponer una multa de 376 millones de euros a la multinacional por abuso de posición dominante en el mercado de componentes semiconductores, en concreto de semiprocesadores.
Lo que señala el Ejecutivo comunitario es que Intel ha incurrido en prácticas que incumplen la normativa de competencia ya que con ellas buscaban excluir a sus competidores de los principales mercados, lo que incumple la normativa antimonopolio comunitaria.
Sin embargo, la multa de Bruselas a la tecnológica no es nueva. Se remonta a 2009, cuando el Ejecutivo comunitario multó a Intel con 1.060 millones de euros por abuso de posición dominante en el mercado con su serie de microprocesadores x86.
La Comisión Europea atribuyó la sanción a dos prácticas ilegales en las que había incurrido la compañía: por un lado, por ofrecer descuentos total o parcialmente ocultos a fabricantes de ordenadores que compararan todos o casi todos sus microprocesadores x86 con los de Intel, lo que ha denominado ” descuentos condicionales.” Por otro lado, para pagar a los fabricantes de ordenadores que frenaron o retrasaron el lanzamiento de productos con microprocesadores de este tipo fabricados por la competencia, limitando así sus canales de venta, lo que se ha denominado “restricciones manifiestas”.
Sin embargo, en 2022, el Tribunal General de la UE anuló parcialmente la sanción impuesta por Bruselas, concretamente por las prácticas relacionadas con los “descuentos condicionados”. Aunque el tribunal con sede en Luxemburgo consideró que tales restricciones constituyen un abuso de posición dominante según las normas comunitarias,…